23 sept 2011

Por indignación debemos luchar.

Luchar por los ideales propios y comunes ha sido una tarea renegada al ultimo escalón de cosas importantes para muchos, no quiero generalizar pero lamentablemente no es asunto con prioridad, ni punto importante de conversación entre adultos y mucho menos forma parte del vocabulario de la juventud que llena nuestras calles hoy día.

No se si será por el afán diario, por las tecnologías, por lo deberes secundarios o porque simplemente no les (nos) pega la gana, me incluyo y a la vez me excluyo porque confieso soy de momentos, si no me motivan ni veo un codo junto a mí en las batallas, para que gritar fuego! Si soy la única del pelotón y puedo salir mal herida, así como yo piensan miles y millones y trillones, si no estás tú, no estoy yo. Es cuestión de ayuda, de compartir la lucha, uno solo no puede cambiar al mundo. Pero si tengo apoyo, si hay manos que junto a mi van a la guerra, pues arriba, insisto uno solo no cambia al mundo…todos juntos sí.
Aquí en la República Dominicana vemos un país donde la condición socio-económica es más importante que la educación y crianza, si tienes dinero puedes abrir la gran bocota y te escucharan y harán lo que digas, pero si eres pobre y solo tienes ideales en los bolsillos, ganas de un mundo  mejor  y porque irnos tan lejos, ganas de una cuidad mejor…lamento decirte que te embromaste y seguirás con ideales en los bolsillos.

Repito no generalizo porque han salido a flote una cantidad de jóvenes buenos con intenciones tan buenas como sus propios corazones, un ejemplo de ellos son los jóvenes que luchan por el 4% para la educación,  sin duda hay de todos los estratos sociales, pero podemos ver que también a veces los que tienen  dinero les pica los deseos de ayudar y aportan.

 Más bien creo que eso va en los valores que los padres les inculcan a sus hijos, estamos carentes de valores, podemos verlo a cada segundo, desde un simple gracias a tomas de decisiones donde lo moral debería de prevalecer por encima de cualquier interés monetario, social y económico, si hay dinero..Valores a la &/&(¡·$·$&,  tristemente pero es así, a muchos de estos desmoralizados les importa tirar a dos o tres personas por la borda y que se lo coman los tiburones con tal de obtener lo que tienen, algo por lo cual no lucharon, simplemente se abrieron paso hacia el, quitando del medio a cualquiera que tuviera solo ideales en sus bolsillos.

De las muchas faltas que caracterizan este país tenemos la mala costumbre o maña de echarle la culpa a los que gobiernan, acepto a carta cabal, que todos los días en la mañana pasa el personal del ayuntamiento recoge lo que hay y se van, eso esta excelente, pero y cuando aparece el Juan de los palotes que se ha tomado una botella de agua o haber comido lo que fuere, viene, y pum! Al suelo…ahí lo tira, donde minutos antes alguien con un afán diario había religiosamente limpiado sin ser siquiera el frente de su casa, eso no es culpa del gobierno, es culpa de ese ^caballero o caballera^ que no tiene dos dedos de frente y está vivo para ocupar un espacio más en el mundo  y no nos vayamos de lado.

Concluyo diciendo, que LUCHAR no es de uno, es de todos  y que debemos volver atrás a cuando se le ponía corazón a lo que se hacía, y cuando habían cosas malas se denunciaban y cortaban de raíz. Hora de luchar.


Massiel Zaiter 2007-1148

Cansados de la indignación en Republica Dominicana

Según va pasando el tiempo, los años y los días, vemos como la indignación no cambia en el mundo en el cual vivimos, solo basta con leer y dar una vuelta por el pasado y verán como a pesar de todo lamentablemente nada ha cambiado.
Todo lo que ha pasado en los países desarrollado ha servido de base para darnos cuenta de que la falta de comprensión y la falta de valores esta caminando en nuestro país.
Es muy lamentable ver como en un país donde existe la palabra DEMOGRACIA, no exista la comprensión ni mucho menos la palabra escuchar, donde a los jóvenes que somos el futuro del mundo nos ignoran y que muchas veces no tienen voz ni voto, por el simple hecho estar a la defensiva y exigir nuestros derechos.

No obstante la falta de principios y valores que arropa nuestro país es cada vez más grande, y en mi parecer deberíamos ir mejorando, por que se supone que en un país donde en el 2010 la economía dominicana registro un aumento de 7.8%. Durante ese año todas las actividades económicas presentaron un enfoque positivo y donde se mantuvo una política monetaria flexible. Entonces un buen crecimiento pero algo insostenible.
Que la economía crezca es muy bueno, por que esto significa que las personas tienen más ingresos, lo único que en el país en las zonas rurales no se ve.

Ya saliendo un poco de la economía dominicana esta también el problema de la conveniencia política y subsidios, que no son mas las preferencias personales de nuestro presidente, los subsidios tan grandes a la tarifa eléctrica y a los combustibles, que son uno de los grandes problemas en el país. Lo que es algo sumamente inconcebible ya que se están entregando al costo de dejar a la población sin un servicio policial adecuado y a la educación.

Una de las partes insatisfactoria y negativa que tiene este gobierno es que no ha logrado llegar a convencer a la gente sobre el manejo de los recursos públicos y de que el dinero del estado en las cosas que la población necesita. Sin embargo hemos visto tanta concentración en proyectos que generan imágenes como el metro, que si ocurriera así en las actividades como la educación, la salud o el agua potable, dejaría de ser en pleno siglo XXI una gran preocupación.

La indiferencia que existe, una inmensa brecha entre las sociedades ricas y pobres, donde en un país el rico discrima al pobre, y donde tener poder y dinero son unas de las cosas mas importante para hacer con esta población lo que al gobierno le favorezca, el cual somos un país LIBRE E INDEPENDIENTE DE TODA POTENCIA ESTRANJERA.

Por otra parte algo que no he mencionado, y es uno de los problemas por el que esta arrastrando a nuestro país, es la inseguridad y la violencia. Es increíble como la delincuencia se esta adueñando de este mundo, donde no podemos caminar por una calle sin el temor de que te maten o de sufrir un atraco, entonces nosotros nos preguntamos ¿Qué están haciendo las autoridades al respecto? Pues la respuesta a esta pregunta es NADA, por que las mismas autoridades le tienen miedo a los delincuentes, y no solo eso con el respeto de muchos, ellos son los principales culpables de que esto este como esta.

En fin pertenecemos a este país y al mundo, y si cada uno de nosotros se armara de valor y de mayor interés no hubiera tanta indignación al momento de hablar sobre el gobierno o los problemas que nos afectan.


Johanny Santana 2008-0102


grupo B

21 sept 2011

El desahogo de la indignación.

En mi país siempre se escuchan las mismas cantaletas, tanto de políticos y funcionarios mal intencionados como del resto de la ciudadanía que solo se queja y lamenta pero no hace nada para cambiar su estado de ahogo y desesperación.
Dominicana, una media Isla que vive en una “Democracia” representativa, lo cual no es del todo cierto, ya que el pueblo elige a sus representantes pero estos no actúan de forma democrática debido a que ningunos de nuestros representantes entienden lo que es ser un servidor público. Es críticamente vergonzoso como un presidente llega a palacio a costa del pueblo, y después que está en la cima no más pisotea al mismo pueblo que lo subió.
Porqué, ¿qué es un sistema político en nuestro país?
No es más que un gobierno de 4 años en el poder que busca los beneficios de el mismo y sus secuaces, que toma decisiones sin consultar, y hace lo que le da su voluntad con la constitución que sirve de papel higiénico en el congreso.
Se supone que somos un país con un sistema democrático que se vale tres ramas (Ejecutivo, Judicial, Legislativo) para tomar decisiones que nos convengan a todos o a la gran mayoría en su defecto, es un sistema donde existe la igualdad de derechos y servicios, donde todos debemos tener las mismas atenciones y las mismas responsabilidades, donde el ciudadano y su bienestar sea el ente principal, donde cada dominicano tenga que comer, donde cada dominicano tenga derecho a una EDUCACION digna, donde cada uno de nosotros cuente con un sistema de salud confiable, donde se nos garantice un estilo de vida decente, pero no, nuestro país está muy lejos de ser lo que debimos ser hace mucho tiempo, somos un país que vive para el estado, para mantener la buenas posiciones de unos cuantos, y sobre todo somos un país que se ha convertido en la sombra de un gobernante manipulador, donde se gobierna bajo apariencias de las economías, donde el pueblo no importa más que para bienes de el mismo. “Donde al Gobierno le interesa más la confianza de “los mercados” que la confianza de los ciudadanos”.
Pero paremos, hagamos un stop transitorio. ¿Por qué estamos en esta situación? ¿Cómo llegamos a esta etapa de una república que decía ser soberana e independiente?
He escuchado personas decir que en mi país hace falta un Trujillo. Yo me preguntaba: ¿es que la historia que me enseñaron en la escuela está mal? Trujillo, ¿habrá sido un buen gobernante?, o las personas ignorantes desea el retroceso y la tiranía para poder funcionar.
Luego de una minuciosa observación y de ver cómo está realmente mi país, me da la grandísima pena decir que en mi país lo que hace falta es que los hombres tengan valores y mujeres que dejen de quejarse en la cocina de su hogar y se arme una revolución nunca vista en este país.
Una revolución de concientización, de humildad, donde todos se dirijan a un mismo horizonte, con el mismo propósito de alcanzar y lograr los derechos universales del hombre, donde todos somos importantes y necesarios para una república.
Es momento de dejar de pensar y actuar, de llegar hasta las últimas consecuencias de lo que estamos siendo víctimas.
Es momento de dejar de pagar violencia con más violencia, es el mejor momento para estar sereno pero firme en lograr obtener un país para todos.
Y basados en los escritos de Stephane Hessel “El futuro pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas. Es la vía por la que la humanidad debe salvar su próxima etapa”

Melodis Mejia 2007-0772

Es tiempo de indignarse

En una sociedad en la que la monotonía ocupa un lugar primordial en la orientación de nuestros sentidos y el desgano es nuestra primera carta a tirar, aun existen personas cuyas caras se caen de la vergüenza ante tantas atrocidades que se viven a diario y que son publicadas en nuestros medios de comunicación.
¿Dónde está ese espíritu patriótico, democrático y liberal del siglo XIX?

Estamos convencidos de que la permisividad, la injusticia, la falta de equidad son los ingredientes principales en la formación de generaciones calladas, indiferentes y poseídas por la negatividad y desesperanza. La ausencia de esperanza se le ha implantado a los dominicanos; con tiranías como la de Trujillo y luego los Gobiernos sangrientos de Joaquín Balaguer, desapareció más de una generación que se había enfrascado en la lucha por conquistas sociales, que aun esperamos alcanzar.

Esta sociedad no es la planificada por los Trinitarios. No es la que Duarte concibió. En su ideario el Patricio dice “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones.” Y hoy, más de un siglo después, sigue siendo ese nuestro punto débil como sociedad: la falta de justicia, la desigualdad e indiferencia con la que nuestros gobernantes insisten en mantener sus privilegios a flote.
Para indignarnos hay que recordar aquella sociedad en la que todos tendríamos igualdad de oportunidades y en la que participemos de cada acción involucrándonos en los hechos y peleando de cara a las consecuencias venideras. El progreso y la democracia deben escribirse en “MAYUSCULAS”, pues hace falta gritarlas a viva voz para empezar a producir cambios positivos.

Es importante destacar el hecho de que todos vivimos en el mejor tiempo para indignarse, en nuestras manos tenemos todos los mecanismos para transformar ideales en acciones que empujen a esta sociedad hacia una cima proactiva. Tenemos acceso a herramientas que escudriñan cada rincón del mundo y llegan a todos los dialectos, religiones y políticas del planeta. Con un solo “clic” difundimos un pensamiento que puede cambiarlo todo.

Movimientos como los que impidieron la instalación de una cementera en Los Haitises, o el que exige asignar 4% a la educación, por una causa fundamental, pedir que se cumpla la ley y que gocemos de una educación digna para todos los dominicanos, devuelven esperanza, nos motivan a dar una mirada a la posibilidad de un futuro en el que mejores ciudadanos, formados en valores, empujen esta nación.
¿Por qué indignarse? A nuestro alrededor están las respuestas y Stephane Hessel en su artículo Indignez Vous! Invita a autocuestionarnos, hice el ejercicio conmigo misma y la lista es descomunal. ¡Cuanta indignación!
Haciendo una mirada en retrospectiva y evaluando mis propias opiniones de diversos temas que están sobre el tapete, descubrí una herida oculta, me duele cuando nos hacemos los ciegos y sordos ante tanto abuso y corrupción, exigiendo como nadie derechos cuando no hemos cumplido un solo de los deberes que nos corresponden.

Intrigada con el tema escribí la palabra INDIGNACION en una hoja de papel y la fui pasando por mis compañeros de trabajo, los cuales accedieron a colocar debajo la primera palabra o frase que le llegara a la mente, al final tenia muchísimas historias y anécdotas resumidas en palabras, todas coincidían, la mayoría estaban repetidas lo que significa que es una problemática que nos duele a todos por igual, palabras como: abusos, pobreza, funcionarios, seguridad social, pensiones, política, 4%, religiones, injusticias, desempleo, botellas, entre otras que, sin lugar a duda, describen la situación actual de un país que necesita voces, pero fuertes, que sean muchas, que se hagan escuchar.

THEMYSALESKA FEBRIEL TATIS 2008-0583

20 sept 2011

Indignación

En el artículo pautado (Indignez Vous) nos muestra una realidad que sin duda alguna se encuentra vigente y muy latente en nuestro país (Republica Dominicana), nos comienza hablando de la Francia ocupada, los movimientos, los partidos, los sindicatos, la ausencia de valores que se hace inminente ante la decadencia de los mismos, persiguen una necesidad de orgullo frente a la desfachatez de los que se encuentran en las altas esferas del estado, es vital para una sociedad que el interés general prime sobre el particular, así todo sería más equitativo y correcto, cosa que en lo general no se lleva a cabo incluyendo en nuestra pequeña isla.

Es doloroso ver que en nuestros tiempos ya no hay mentes combatientes y con ideales claros, es imperdonable que nuestros funcionarios devenguen sueldos inmensamente elevados, en donde la falta de salud, la educación y el aumento del desempleo, la delincuencia son los principales protagonistas, es necesario que nosotros los jóvenes tomemos las riendas, pero jóvenes comprometidos con la misión de cambiar la realidad que hace muchos años esta convirtiendo el mundo en un lugar inhabitable, por la inseguridad ya que los que tienen y pueden hacer para cambiarla realidad, prefieren hacerse de la vista gorda, a fin de conseguir la paz y la igualdad.

El indignarnos, nos da la oportunidad de ser personas coherentes con la situación actual, nos hace militantes, fuertes y comprometidos con una realidad que aun que los altos dirigentes traten de manipular esta hay de manera cotidiana.

Nuestra historia se encuentra fundamentada por una lucha incesante de libertad, se hace inexcusable que justamente nosotros los llamados a continuar el legado dejado por aquellos que sin importar lo que dejaban a un lado, prefirieron darnos la libertad y soberanía para que posterior a esto, hoy en día permitamos la osadía de quienes quieren hacer un gobierno particular sin pensar en la generalidad que actualmente son los que en mayor desventajas se encuentran sumidos.

La peor de las actitudes ineludiblemente es la indiferencia, porque nos hace tan culpables como los que nos imponen, ya que nos volvemos ciegos ante los diferentes agravios cometidos por parte de nuestros gobernantes, es tiempo de poner un alto, es tiempo de darnos cuenta que tenemos el deber y el derecho de hacer que esto cambien, de hacernos sentir, de luchar por lo que nos pertenece, a costa de lo que sea, siempre pendientes de que lo hacemos por un bien general nunca por un bien particular, que es en donde considero se comete el gran error, o la ley del embudo todo para mí y nada para los demás.

Es idóneo que conciliaciones entre culturas se lleven a cabo, con una ferviente meta, la de abolir de manera definitiva la sed insaciable de sangre, de muerte, de maltratos, es más bien necesario la buena disposición por parte de los ciudadanos para que llevemos a cabo un plan en contra de la injusticia, que podamos palpar una nación justa, correcta, con benéficos repartidos de manera equitativa.

Es momento de que la preocupación por la ética, la justicia llegue a ser predominante en todo el mundo, porque de no ser así nos espera un futuro incierto, no permitamos que las cosas empeoren demos el paso, es el momento, solo falta deseo, entereza, y mentes ávidas, con propósitos firmes.

La violencia bajo cualquier forma en que se manifieste es un fracaso, es responsabilidad de todos, el que las cosas cambien o no, es importante recordar que es igual de culpable aquel que no se inmuta ante los grandes agravios. Y es nuestro compromiso cambiarlo y hacerlo realidad.

Pertenesco al grupo B
Paola Solangel Frometa Morrobel
Matricula: 2007-0656

indignacion en la Republica Dominicana

¿Qué pasa con la sociedad dominicana que no expresa ningún sentimiento de indignación? ¿Es esta una sociedad indiferente, que no le importa lo que hacen sus dirigentes? ¿O nos acostumbramos tanto a que los líderes hagan lo que les venga en ganas que ya permitimos todo y no exigimos nada?.


Los problemas de la sociedad se dimensionan con más fuerza y toman más sentido desde una valoración política. En los últimos tiempos en la Republica Dominicana el gobierno y los funcionarios encargados de puntualizar situaciones sociales y hacer planos de tratamientos, están ignorando la falta de valores, las injusticias y la falta de aspiraciones en la mayoría de las personas que conforman nuestra sociedad por lo que debemos tener en cuenta cierta cordura del pensar sobre la realidad social de nuestro país.


El gobierno dominicano está en condiciones críticas, y todo esto por la mala administración, de lo cual se derivan la mayoría de las problemáticas que azotan nuestra sociedad, sufriendo así consecuencias graves. Los jóvenes no tienen desarrollo a nivel académico y es por la falta de oportunidad que se les ofrece, muchos pierden los valores ya que se ven obligados a ir a las calles cometer delitos, los empleados se ven limitados por el salario que reciben muchas siendo obligados a cometer robos dentro de su misma empresa y los que están en el poder hacen y deshacen sin importarle el pueblo.

La indiferencia tiene que ser dejada a un lado y todos ponernos en guardia, en especial la autoridad encargada de regular la seguridad ciudadana para no dejarle espacio a los que medran en las tinieblas y socavan la tranquilidad familiar, que se ve día a día lacerada por la crisis económica, el desempleo, la drogadicción, la pobreza, la desintegración familiar y la violencia.


Uno de los Objetivos primordiales que debemos tomar en cuenta en la republica dominicana es el ser fuertes y comprometidos con la sociedad Sin embargo, en ese sentido son muy lentos los pasos que se están dando ya que día a día estamos viendo cada día más una crisis en cuanto a los valores en nuestra sociedad.

Mientras más temprano se comience a inculcar esos aspectos en los individuos más resultados positivos se obtendrán, ya que no habrá resistencia al cambio. Para que los jóvenes sean entes activos, en base a una estructura de una verdadera educación en valores.


Los medios de comunicación no expresan ningún sentimiento de indignación ni actúan. Los comunicadores se reparten públicamente un bien público, los periodistas y directores de medios deben empezar a tomar decisiones más contundentes para decir no al estado de impunidades, tenemos más necesidad que nunca, debemos velar para que nuestra sociedad obtenga esos principios y valores perdidos.



En fin, toda la solución de los problemas que agobian a nuestro país, está en nuestras manos, somos los más indicados en cambiar para bien de Republica Dominicana.Y hace que él se fortifique, crezca y sobre todo pueda dar frutos de esperanza para todos los dominicanos. Es decir si se cumplieran las leyes con rectitud y justicia Republica Dominicana sería un paraíso, un país sin problemas guiado por la justicia y la esperanza como concepción del porvenir.