Nuestra sociedad está repleta de profesionales que están llamados a obedecer a las diferentes normativas y estrategias aprendidas en su universidad, a poner en práctica los conocimientos adquiridos y satisfacer las necesidades específicas del público meta a quien dirige sus trabajos.
Sin embargo las cosas no siempre marchan como deberían, dentro de las diferentes concepciones y conceptos que aprendemos en nuestra vida universitaria una de las más importantes es la palabra: ETICA
De una forma casi automática saltan en nuestra cabeza millones de definiciones que compactan con la imagen que nos hacemos del concepto, podemos afirmar, de manera casi segura, que esta palabra está vinculada directamente a la moral de cada individuo. La manera moral de ser y hacer del comunicador guiada por la profunda identificación con principios y normas de apego a la verdad, la equidad, el respeto por la dignidad y la intimidad perteneciente a cada persona, al ejercicio de la responsabilidad social y a la búsqueda incansable del bien común.
La relevancia que tiene el tema en estos tiempos es evidente, vivimos una etapa en el que la ética periodística toma poder en un tiempo en que el periodismo ha entrado en un cuestionamiento intenso al igual que varias instituciones y empresas de la sociedad (colegios, partidos políticos, gobiernos entre otras). La desestabilización podría ser uno de los signos por los que ha atravesado nuestra sociedad en las últimas décadas.
Manipulación, corrupción, escándalos en el medio que atañen en la gobernabilidad del país, especulación, manipulación de las informaciones, sensacionalismo, parcialidad, periodistas y política, el macabro negocio de la información como prioritario frente de nuestra responsabilidad, en fin, factores que inciden en el declive de la confianza que presentan los ciudadanos hacia los medios de comunicación y en un debilitamiento del derecho a informarse y dejarse informar.
Esta clara la afirmación de que en el desarrollo de sus actividades el periodista tiene derechos, pero también deberes y dentro de ellos está el cumplimiento formal de una especie de código que respeta y equilibra el quehacer periodístico en estos tiempos.
Las personas y la sociedad misma tienen derecho a recibir una imagen real y objetiva de la realidad por medio de una información precisa, clara y concisa, de expresar con libertad, a través de los medios, sus opiniones e inquietudes y de recibir con propiedad informaciones verídicas y contundentes.
Dentro del periodismo, la información es comprendida como un bienestar de la sociedad, y no como un simple producto. Esto quiere decir que el periodista comparte la responsabilidad de la información que transmite, y el mismo es responsable no solo frente a las personas que conocen y tienen dominio del medio sino de cara al gran público que los sigue, tomando como factor primordial la gran diversidad de los intereses sociales.
El papel que tiene el periodista dentro de la sociedad exige que la profesión mantenga un nivel alto de integridad, entiéndase por esto que el periodista tiene derecho a abstenerse de trabajar en contra de lo que cree o de revelar sus fuentes informativas, de la mano esta el derecho de participar en la toma de decisiones en los medios para los que trabaje.
La otra cara de la moneda permite que veamos más allá de esta particularidad que tienen los periodistas, el carácter de profesión exige que el periodista permita el acceso al publico a la información y la plena participación del publico dentro de los medios.
El periodista de verdad participa de manera activa en las transformaciones sociales orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad y contribuye a imponer un ambiente de confianza dentro de las relaciones internacionales, de forma que favorezca la justicia, la paz y el desarrollo nacional.
El periodista participa también activamente en las transformaciones sociales orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad y contribuye, por el diálogo, a establecer un clima de confianza en las relaciones internacionales, de forma que favorezca, en todo, la paz y a justicia, la distensión, el desarme y el desarrollo nacional.
La ética es una rama de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.
El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad. Para obtener dicha información, el periodista debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables o a su propio testimonio.
En esta secuencia, podemos decir que son dos palabras con suficientes significado por si solas, pero cuando las unimos y pasamos a la etapa de ética periodística es aún más intensa e inteligente haciendo buen uso de las palabras y contenido.
Por lo tanto cuando hablamos de ética periodística, estamos hablando de moral, de normas y reglas de las cuales no puede carecer ningún profesional del área del periodismo, ya que son las reglas que deben tener los profesionales para hacer un trabajo donde sean conocidos por su honestidad, claridad y buenas decisiones, y no por sus errores y escándalos pocos éticos y profesionales.
Pero yéndonos mas allá, tenemos que tener muy presente que ser una persona ética, ya sea en periodismo o en cual otra profesión, así como en la vida misma tiene sus raíces en la familia, que de esta puede depender el 80% de la forma de vida de una personas, ya que el hogar es donde nos dan las primeras enseñanzas y por consiguientes nos llevan a ser una persona ética en todos los sentidos. Por lo cual las personas en su gran mayoría siempre son lo que en casa le ensenaron.
Teniendo en cuenta todos los aspectos expuestos anteriormente, cabe resaltar que una persona en todos los aspecto de su vida debe ser ético, y aún más en el área de la comunicación como es el medio periodístico, ya que por vía de una sola persona o ente de comunicación son muchas las informaciones que se dan a conocer, es a un gran cantidad de persona que llega la misma, pero no tan solo debemos centrarnos en la cantidad, sino la calidad que debe ser sobre todo imprescindible totalmente clara precisa y concisa en este medio tan importante y necesario para la sociedad.
Es por este hecho, que debemos estar claros que los profesionales del área de la comunicación deben ser unas personas totalmente parcial, con principios bien fundamentados en lo que es la responsabilidad, sinceridad, la honestidad y la honradez, ser parciales a los hechos y mantener un perfil siempre en alto en los medios y en la sociedad, ya que una persona o profesional sin ética, es una persona sin valores, que una vez sea visto como tal, no será jamás tomado con respecto, menos en serio para una responsabilidad que amerite tales fines.
“Entonces nos cabe señalar”.
Que la ética periodística debe ser un requisito primordial en el diario vivir de lo que las ejercen como profesión, pero no tan solo al momento de la práctica, sino también emplearla en cada instante de la vida para que las personas les vallan conociendo por su buen carácter y honradez, que son dos de las características mar relevantes en el medio de la información.
La ética es y siempre debe ser fundamental para trabajar en el área, porque es mucha responsabilidad que se tiene al mantener a la población informada.
*¿Por qué los periodistas deben ser éticos?
Según las respuestas de varias personas entrevistadas.
1) Porque a la hora de un hecho público un periodista es el vocero de los pueblos.
2) Porque son las personas que mantiene a la ciudadanía informadas.
3) Porque son los profesionales capacitados para buscar buena información.
4) Porque es lo que le da credibilidad.
5) Porque todos debemos ser éticos.
6) Porque una persona sin ética, ni moral no se puede sentir bien como persona, mucho menos se sentiría realizado en su área laboral.
*Datos tomados de una muestra aleatoria a estudiantes de la UCSD.
La ética en el periodismo es la columna vertebral de dicho ejercicio, y para lograr maximizarla lo primero sería identificar que es considerado como bueno en dicha práctica, y cuál es el enfoque que como periodista le damos a nuestro trabajo.
Entendemos por bueno, todo aquel comportamiento que enriquece las relaciones, identificando las acciones justas y que reconoce la dignidad previniendo los daños o enmendándolos. En teoría nos resulta claro identificar estos aspectos, pero ya en la práctica periodística la historia es distinta.
Muchas veces la ética teórica no es más que una idealización moral que simplemente plantea las cosas como deben de manejarse, mientras la ética práctica es la que se enfrenta ante las dificultades reales del día a día periodístico y en las cuales se pone de manifiesto lo planteado, puesto que no hay mejor escenario para validar objetivamente las acciones éticas que el propio terreno de la práctica periodística.
Podemos entonces afirmar que el objetivo de la ética es el desarrollo de buenas relaciones humanas y en el caso del periodismo mejorar dicha práctica de modo que el periodista realice un trabajo de mayor prestigio, pues el acto ético o no solo pretende algo declamatorio, sino más bien se r parte del estilo de vida del periodista, por lo que debe objetarse mediante acciones concretas, representando un compromiso.
Un periodismo no ético pasa de ser periodismo para adoptar todo tipo de forma lo cual lo desvía del objetivo central que es informar. Debemos entonces tener claro que la ética debe ir de mano de la información, considerándola como una necesidad de las prácticas rutinarias del oficio periodístico y no solo ser deseable, sino ejecutarse de manera permanente.
Existen diversos escenarios periodísticos para los cuales hay comportamientos distintos que podrían resultar en cierto punto ético y en otros no, dependiendo del enfoque del periodista.
Vemos como hay periodistas cuyo trabajo es muy individual, estos suelen utilizar los medios como un escenario para exhibirse pero protegiéndose a sí mismo, no a la información suministrada, estaríamos ante una ética periodística muy egoísta en donde el proveedor de la información busca la aceptación de su propio punto de vista.
Por otro lado están aquellos que trabajan en base a la empresa de prensa, conducidos por los intereses de esta. Los cuales privilegian las políticas de lucro por encima de las políticas de servicio lo cual llega a interpretarse como la evasión del compromiso ético social y la sobre posición de la ética particular de la empresa en la que laboran.
En cambio tenemos los que trabajan en pro de la sociedad, aquellos periodistas cuyas ventajas individuales no está desligada de lo que conviene a todos y a todos compete.
En base a todo lo anterior diría que lo correcto como periodista seria hacer un trabajo dotado de un estilo sano de informar con respeto hacia los datos y las fuentes y cuya ética este netamente enfocada en la sociedad escogiendo con sabiduría entre lo mejor y lo peor de los casos.
Es evidente la relevancia que cobra el tema de la ética periodística en estos tiempos y más en nuestro país (Republica Dominicana), ya que el periodismo en los momentos actuales se encuentra inmersa en una serie de cuestionamientos acerca de que si existe o no la ética periodística, resulta penoso y muy real a la vez puesto que para muchos de nuestros periodistas es una realidad fehaciente el hecho de que prefieren vender sus conciencias a cambio de elogios, buenas remuneraciones económicas y cargos envidiables, sin embargo esto no les hace mejores profesionales es bueno que se sepa que esta realidad pone en riesgo la credibilidad del periodista y a la vez de la fuente facilitadora de informaciones.
Roberto Cavada
Susana Rodriguez
Yolanda Martinez y Roberto Cavada.
Marino Zapete
Roberto Cavada
Susana Rodriguez
Yolanda Martinez y Roberto Cavada.
Marino Zapete
El periodista no está llamado a conjeturar sino a informar y a bien informar con transparencia, objetivismo y responsabilidad, porque si bien es cierta la imparcialidad no existe en ninguno de los casos, pero es bueno que se identifiquen las situaciones como son, para que estas no parezcan del interés del periodista aun que así sea.
El trabajo del periodista consiste en investigar, describir temas de interés público para posteriormente distribuir temas que importen al resto de la población, es recomendable que se consulten fuentes de real credibilidad y fiabilidad, para que la respuesta por parte de quienes consumen su información sea la más satisfactoria.
Pero se identifica que el periodista critico aporta muy poco, y que por lo general de manera muy deficiente, a la asimilación y comprensión de los sucesos públicos y noticiosos, y con mucho parecido el periodista de información quien se sustenta mucho más en los dichos que los hechos que sin lugar a dudas son los que hablan.
Para la crítica periodística, analizar se iguala al crear, el análisis y uso correcto del mismo amerita de un adecuado andamio argumental, para con esto logran un justo juicio sin hacer conjeturas que se encuentran fuera las atribuciones que debe tomar el periodista.
La ética periodística no es más que la calidad moral con que el profesional de la comunicación afronta las diferentes proposiciones y situaciones adversas a sus valores, poniendo sobre estas sus principios a costa de su propia integridad y de los suyos, llevando siempre la noticia con la verdad y equidad, respeto a la intimidad y dignidad de las personas, ya que este no es más que el ejercicio de la responsabilidad social y que además ayuda fomentar el bien común si es manejado de la manera adecuada.
Es momento que dejemos de manipular las informaciones, dejar atrás el sensacionalismo y el juego despiadado que se efectúa con la confianza de la ciudadanía que se encuentra a la expectativa y receptiva a las informaciones transmitidas por los diferentes medios de comunicación, reivindiquemos este sistema que nos hace tanto daño, a los actuales profesionales de la comunicación como a los que nos formamos en espera de algún día brindar información de manera transparente.
En los últimos tiempos ha evolucionado en un 100% el uso de la web para informar y que esta información tenga un mayor alcance en quienes la reciben.
Pero salta la duda, ¿cumplen estos medios que informan, con una adecuada ética periodística al momento de presentarle al público los datos?
Hoy en día son miles quienes adoptan una posición de periodistas, desde blogs, redes sociales, o hasta un simple bc en esta era del blackberry, tenemos por entendido que para informar se siguen unos códigos, que mas bien se podrían llamar la ética del periodista, que a la vista del que hasta no quiere ver, se observan distorsionados, acudiendo al morbo y sensacionalismo.
Dice el dr. Josep María Casasús, Catedrático de Periodismo de la Universidad Pompeu Fabra. Barcelona, defensor del Lector de La Vanguardia, que ¨la función del periodismo en Internet es velar por la ética integral de las actividades comunicativas dentro del espacio virtual. El compromiso ético, en un sentido amplio, de raíces aristotélicas (ética del mensaje y ética de los emisores), es lo que debe distinguir al periodismo digital respecto de la comunicación digital en general. En la era digital la ética es la única razón de ser del periodismo¨.
El rasgo que debe identificarse en el periodismo es una ética integral, en esta sociedad que es cada vez más avanzada y que tiene forma de alcanzar la información en cualquier parte.
El rasgo que debe identificarse en el periodismo es una ética integral, en esta sociedad que es cada vez más avanzada y que tiene forma de alcanzar la información en cualquier parte.
La ética encierra muchos factores que debemos tener en cuenta:
- La libertad de pensamiento, la libertad de vivir son fundamentales para así diferenciarnos de los demás y nos sirve para establecer nuestras actitudes en nuestro entorno, y para realizarnos como seres humanos.
- Tener una buena vida en cuanto a las decisiones que debemos tomar, en la manera de ver la vida y del hecho de: “vivir y dejar vivir a los demás”.
- La Confianza que tengamos para con nosotros y para con nuestros semejantes ya que de eso se trata la vida y en lo que se basa el respeto.
· Saber relacionarse con los demás seres humanos y tratarlos de la misma manera como somos tratados, sin humillaciones, con espontaneidad, etc.
Bibliografia:
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